Ninguno ha cumplido aún la mayoría de edad y muchos de ellos todavía no han terminado el colegio secundario. Sin embargo, todos se han destacado en los torneos de inferiores e incluso algunos ya asoman en la Primera División de sus clubes, pero en esta ocasión les ha llegado una oportunidad única: vestir la camiseta celeste y blanca, una de las máximas aspiraciones que puede tener un futbolista.
M. Rosa, N. Lamas y F. Schusterman |