El resultado puede parecer algo abultado pero realmente la Argentina tuvo que trabajar mucho para conseguirlo. Fue en la segunda mitad donde pudo mostrar su mejor cara.
En los primeros veinte minutos la Argentina dejó poco para analizar y mucho por mejorar. Casi no tuvo ataques a favor y Paraguay generó más de una situación en la que tuvo que intervenir Quevedo. En el comienzo y hasta la primera conquista nacional, se lo vio perdido en la cancha y asfixiado por el ataque rival que consiguió marcar el primer gol del partido a los tres minutos. Argentina recién reaccionó a los siete cuando Francini concretó una gran jugada, sólo contra 4, y sacó un tiro que parecía débil pero que el arquero paraguayo Bogado dejó pasar entre sus brazos. De ahí en más Argentina adquirió más protagonismo y se adelantó en el terreno con un poco más de tenencia del balón. A los nueve gracias a otro error del arquero rival, la selección se pondría en ventaja con gol de Basile. Lucho González se había ido por afuera y por el medio apareció Basile que desde el piso apenas tocó la pelota que le pasó por abajo de las piernas al golero.
No pasó demasiado tiempo para que Paraguay alcance el empate y esta vez el error fue argentino. Justamente en una de las pocas veces que los guaraníes no presionaron completamente, robaron una pelota cerca del área y Quintana empato en 2 el partido. En la mitad restante la albiceleste volvió al nivel de los primeros minutos con pocas llegadas -sólo una de Planas que pasó muy cerca- y su rival nuevamente tuvo el balón. El equipo paraguayo pudo haber conseguido la ventaja pero primero se lo negó el palo y luego la aparición de Quevedo hizo que el primer tiempo termine en empate.
El segundo tiempo comenzó totalmente de otra manera. Argentina fue protagonista y tuvo la pelota. A los dos minutos ya podría ponerse en ventaja con gol de la figura del partido, Santiago Basile. Con el correr de los minutos la selección fue perdiendo fuerzas y lo del primer tiempo empezó a darse de nuevo. En esos momentos tuvo que aparecer Quevedo y sobre todo Taffarel que tapó dos pelotas muy buenas que impidieron el gol rival. Calo tuvo el gol a los 6 pero le erró al tiro y desperdició una gran chance.
A los 11 comenzaría el festival de goles con la aparición de Vaporaki. Dos minutos más tarde, Paraguay cometería su sexta falta y le daría la chance a Santi Basile que nuevamente marcaba para ampliar el marcador. Junto con los goles llegaría la tranquilidad para la selección y la desesperación para los albirrojos. Así Argentina volvió a hacerse dueño del encuentro y con más espacio consiguió el sexto, nuevamente con Basile como estandarte en una jugada en la que el equipo paraguayo estaba en el medio del cambio de arquero lo que le dejó todo libre al 10 argentino. Ya con Paraguay jugado de lleno en nuestro campo, Sebastián Corso robó la pelota en el área y sin dudarlo le pegó al arco rival poniendo el séptimo y definitivo para la selección. Faltando pocos segundos Paraguay descontaría pero sería imposible remontar este resultado que pone al equipo de Larrañaga entre los cuatro mejores del torneo.
Ahora, será clave el descanso para mañana (sobre todo por el agobiante calor de Manaos), en donde la Argentina se enfrentará con Rusia (el recuerdo más inmediato es aquel empate en el mundial del 2008 que nos dejó afuera de las semis).
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